Los lunes le
corresponde a Wassu su día grande de
Mercado (Lumu). Así que, a las 8:30
tras tomar el desayuno en el albergue tomé el camino de vuelta hasta la
carretera principal, llegando al mercado treinta minutos mas tarde. Este Lumu, junto
con el de Farafeni, es de los más importantes
pues hasta aquí se acercan infinidad de paisanos de todos los alrededores,
incluso de Senegal y Mauritania. Se pueden ver Fulas, Yolas (o Diolas), Wolof, mauritanos, y por supuesto, Mandikas.
Es apabullante, desmesurado y colorido, la disposición de los puestos están juntos unos a otros, los pasillos por donde la gente avanza son estrechos haciéndolos por momentos complicados de transitar sin ser al menos empujado "un poco". Los que no consiguen puesto entre las estacas de madera habilitadas para poner toldos, ya que la “solajera” y el calor son tremendamente fuertes, se ubican sobre el suelo e improvisan como puede un mostrador para el género, ya sea sobre cajas de cartón, de madera o sobre un colorido mantel de plástico o un batik. Se vende como en cualquier mercadillo africano, de todo.
Es apabullante, desmesurado y colorido, la disposición de los puestos están juntos unos a otros, los pasillos por donde la gente avanza son estrechos haciéndolos por momentos complicados de transitar sin ser al menos empujado "un poco". Los que no consiguen puesto entre las estacas de madera habilitadas para poner toldos, ya que la “solajera” y el calor son tremendamente fuertes, se ubican sobre el suelo e improvisan como puede un mostrador para el género, ya sea sobre cajas de cartón, de madera o sobre un colorido mantel de plástico o un batik. Se vende como en cualquier mercadillo africano, de todo.
La parte que corresponde a los animales también es muy
movida, vendiéndose vacas, toros, cabras o mulas. Los hombres, como sucede
siempre en estos negocios tratan de acordar durante un buen rato el precio a
pagar por su animal escogido. Las transacciones suceden una tras otra. El
movimiento de animales es constante, y de dinero. Algunos pagan en CFAs. Aquí la gente es muy amable, curiosa y preguntona.
Tras la "batida" en busca de
acción, me dirigí a coger transporte para seguir mi plan de viaje.
El parking de los vehículos estaba hasta los topes debido al continuo fluir de visitantes pero las salidas no eran tan seguidas. Así que, al observar la aparición nuevamente de la GTSC, no lo pensé ni un momento. Recogí las mochilas que había dejado en una tienda y rápidamente acudí a la "guagua verde" pues me parece la forma de viajar más segura por Gambia -casi nunca se rompen-, y ahora hacia Georgetown (15d.) y más concretamente a Janjan Bureh Camp, otro campamento a orilla del río Gambia. Tras treinta minuto de suave recorrido, con sus correspondientes paradas, por una carretera en perfecto estado -continúo recorriendo la rivera norte del río Gambia-, la guagua paró junto al trasbordador que atraviesa el río hacia la isla McCarthy donde se encuentra Georgetown.. Un poco antes, un camino de tierra y arena conduce hasta el campamento.
El parking de los vehículos estaba hasta los topes debido al continuo fluir de visitantes pero las salidas no eran tan seguidas. Así que, al observar la aparición nuevamente de la GTSC, no lo pensé ni un momento. Recogí las mochilas que había dejado en una tienda y rápidamente acudí a la "guagua verde" pues me parece la forma de viajar más segura por Gambia -casi nunca se rompen-, y ahora hacia Georgetown (15d.) y más concretamente a Janjan Bureh Camp, otro campamento a orilla del río Gambia. Tras treinta minuto de suave recorrido, con sus correspondientes paradas, por una carretera en perfecto estado -continúo recorriendo la rivera norte del río Gambia-, la guagua paró junto al trasbordador que atraviesa el río hacia la isla McCarthy donde se encuentra Georgetown.. Un poco antes, un camino de tierra y arena conduce hasta el campamento.
Es amplio pero básico, bajo una inmensa arboleda, dispone de chozas redondas de estilo mandinka, de cemento, cama doble con mosquitero, baño interior, con velas porque no tienen electricidad (300d.), ventanas con malla anti-mosquitos, techo de chapa corrugada y rafia, zona de parking y un amplio comedor-terraza al borde del río con vista a G.T. y al bosque tropical que llega hasta la orilla. Las
comidas varían entre 100d.- 250d. (buffet si hay algún grupo de turistas) y la
cena se sirve con luz de
vela. Los ruidos de la selva al anochecer producidos por los animales que
habitan muy cerca hace encantador el momento. Una vez concluida la cena, igualmente cuando hay
espectadores, los trabajadores del complejo suelen hacer bailes y
cantes tradicionales -de ínfima calidad-, junto a una hoguera -que de paso aprovechan para quemar toda la basura que han barrido o recogido ese día-. Al final pasan el "cepillo", supongo porque el jefe no les paga esa actividad.
Durante el desayuno la situación se puede complicar "simpáticamente" ya que hay que tener mucho cuidado con los monos que acuden a robar
el pan, las frutas y todo lo que pillen si no se presta la atención adecuada.
El campamento realiza excursiones por el río de muy distinta
índole: para observar aves, visitar las islas del Parque Nacional, navegar entre las
orillas en busca de vida animal... Sus dos embarcaciones de dos
plantas son enormes, y algo ruidosa, capaz de llevar hasta 20 pasajeros.
Toda esta zona es ahora uno de los
destinos ecoturísticos más importantes de Gambia
ya que muchas áreas están cubiertas de bosque tropical, extensos arrozales, plantaciones
de palmas de aceite, acacias, matorrales, y las orillas de sus islas son
ideales para la pesca o la observación de su flora y su fauna donde insisten
que se pueden ver, con un poco de suerte, los hipopótamos o los cocodrilos
(Isla Kai Hai). Hay un
montón de especies de aves que se puede observar aquí y sus verdaderos amantes priorizan visitar la Comunidad forestal
Tankandama o el Parque Forestal Kunkilling situado en la orilla sur, en el poblado Kerr Serekunda donde se suelen congregar los
Rascones buceadores africanos, Halcones de cuello rojo, Cucales senegaleses, Chorlitos de cabeza negra, Cálaos de pico rojo, Palomas Vinaceas, Tórtolas Adamadas…
Pasar a la otra orilla en trasbordador (5d.) es cuestión de esperar que lo llenen los cuatro vehículos que
caben, mientras el pasaje espera sentado a la sombra que eso suceda. En 5min.
se cruza.
Pasear por GeorgeTown
se hace al principio algo agobiante debido a los jóvenes, que ya desde la
embarcación se acercan a los turistas con sus falsas sonrisas e innumerables
preguntas. Todo para conseguir dinero ya sea como guía -que no lo veo mal ya
que se están buscando la vida-, para
"ayudar" al equipo de fútbol -inexistente-, el supuesto
familiar que necesita medicinas (?).... La cuestión es sacar dinero de
cualquier manera. La suerte es que no son tan pesados como en las zonas turísticas de playa. Con decirle en varias ocasiones
que no hay dinero para pagarles es suficiente.
Aunque todavía se puede ver algunos edificios de la época
colonial que se remonta a los s.XIX
y s.XX en estado precario -sus
paredes se desmoronan con el paso del tiempo- son un recordatorio visible de la
trata de esclavos que tuvo lugar en esta
zona del país, como el antiguo Mercado
de Esclavos o el Árbol de la Libertad Sooto
Foroyaa, del que dicen que cualquier esclavo que lograra tocarlo se le concedía
su libertad, situado dentro de una plazoleta amurallada y custodiado por varios guías
locales. Aunque puede que todo sea algo de invención para conseguir ser de
los principales centros turísticos.
La residencia del comisionado, el mercado local, almacenes,
oficina de correos… son testigos del enorme movimiento económico de la época
colonial.
Se puede comer en los Chop
Shops (bar local) a precios local, pero en ocasiones algo inflado por
ser toubab, aunque no mucho tampoco.
Hoy en día la economía de
la ciudad se basa principalmente en el cultivo del maní, plátano y el arroz cosechado por los agricultores locales musulmanes, (mandinkas, fulanis y Wolofs)) en las zonas periféricas. Es
la segunda ciudad administrativa y centro comercial de la región.
El calor del medio día es agobiante, y no hay mejor opción
que descansar a la sombra de algunas tiendas tomando alguna bebida refrescante.
Durante los tres días que me quedé, tampoco he podido coincidir con otros viajeros para compartir embarcación, así que decido continuar el trayecto hacia el Este, olvidándome definitivamente de seguir buscando oportunidades de navegar por el río Gambia. Más opciones las podré tener en Senegal donde también hay varios ríos con posibilidades de nuevas aventuras.
Durante los tres días que me quedé, tampoco he podido coincidir con otros viajeros para compartir embarcación, así que decido continuar el trayecto hacia el Este, olvidándome definitivamente de seguir buscando oportunidades de navegar por el río Gambia. Más opciones las podré tener en Senegal donde también hay varios ríos con posibilidades de nuevas aventuras.